El Síndrome de Ojo Seco (DES-Dry Eye Syndrome) es uno de los problemas de la superficie ocular más frecuentes: afecta, de hecho, a decenas de millones de personas en todo el mundo.
El Síndrome de Ojo Seco es una enfermedad multifactorial de la superficie ocular caracterizada por una pérdida de la homeostasis de la película lagrimal, acompañada de síntomas oculares, en el que juegan un papel importante la inestabilidad y la hiperosmolaridad de la película lagrimal, la inflamación y el daño de la superficie ocular y las anomalías neurosensoriales.
Pese a que en la mayoría de los pacientes el DES no es una amenaza para la visión, con frecuencia se dan alteraciones visuales relacionadas con una baja frecuencia espacia y pérdida de sensibilidad al contraste, aumento del deslumbramiento, visión borrosa y fatiga ocular. Además de estas manifestaciones patológicas directas, el Ojo Seco también compromete la eficiencia física, la interacción social, la salud y el bienestar general de los pacientes, provocando un deterioro significativo de la calidad de vida.
Tratamiento de primera línea
Para el tratamiento del Ojo Seco se usan a menudo varias estrategias terapéuticas al mismo tiempo, y las lágrimas artificiales son la primera línea de tratamiento.
Las lágrimas artificiales de base acuosa y/o lipídica, aplicadas de forma tópica, junto con la higiene palpebral, son de hecho la combinación empleada con más frecuencia en el tratamiento del Ojo Seco. La siguientes líneas de tratamiento requieren el uso de medicamentos tópicos que contengan antibióticos y agentes antiinflamatorios, corticoides, ácidos grasos omega-3 o secretagogos lagrimales.
La aplicación tópica, siendo simple e indolora, es la vía de administración más frecuente a la hora de aplicar tratamientos para patologías de la superficie ocular, ya que se reducen los efectos secundarios de la administración sistémica, localizando la acción al sitio indicado. Por otro lado, para un cierto número de moléculas, es el único medio para alcanzar la concentración eficaz en el ojo, ya que la barrera hemato-acuosa impide a los medicamentos suministrados por vía sistémica alcanzar los tejidos del segmento anterior. No sorprende, por tanto, que el 90% de las formulaciones oftálmicas presentes actualmente en el mercado sean tópicas. Todavía, la eficacia de las formulaciones empleadas por vía tópica es limitada, ya que existen varios mecanismos protectores del ojo que disminuyen la biodisponibilidad de los medicamentos o del principio activo, haciendo necesaria la administración frecuente de gotas oculares por periodos prolongados. Esta posología continuada, junto con una falta de adherencia del paciente al protocolo terapéutico, es la que limita principalmente la eficacia del tratamiento. La administración concomitante de varios productos oftálmicos, como es necesario en la gestión del Ojo Seco, puede complicar todavía más el tratamiento y reducir la colaboración de los pacientes.
Lágrimas artificiales de base acuosa y lipídica
Las lágrimas artificiales de base acuosa, que constituyen la primera línea de tratamiento en el Ojo Seco, son precisamente acuosos, isotónicos o hipotónicos, que normalmente actúan aumentando la capa acuosa y reduciendo temporalmente la osmolaridad de la película lagrimal. Para prolongar el alivio sintomático. las lágrimas artificiales se formulan con macromoléculas que crean viscosidad, como el hialuronato sódico, polietilenglicol, carboximetilcelulosa, alcohol polivinílico, carbómeros y gomas naturales. Además de prolongar el tiempo de permanencia pre-corneal, los polímeros que aumentan la viscosidad también tienen propiedades mucomiméticas y forman una capa protectora sobre la superficie ocular, reduciendo la sequedad superficial, la fricción y la muerte de las células epiteliales.
Entre las formulaciones de lágrimas más novedosas disponibles ahora mismo en el mercado, aquellas que contienen hialuronato sódico (Ácido hialurónico, HA) y/o goma xantana (XG) han demostrado un efecto sinérgico también sobre las abrasiones corneales, caracterizadas por dolor ocular agudo, y otros síntomas de disconfort que influyen de forma negativa sobre la calidad de vida de los pacientes con Ojo Seco.
Debido a la naturaleza multifactorial y de la tendencia crónica del Ojo Seco, las formulaciones más indicadas son aquellas que puedan actuar simultáneamente sobre la patología: las formulaciones combinadas que hidraten la superficie ocular para producir un alivio sintomático y a la vez, le aporten un agente terapéutico al ojo, que no lleve conservantes, reduzcan el efecto»lavado» y la exposición a los excipientes.
Bibliografía:
Priyanka Agarwal et al. Formulation Considerations for the Management of Dry Eye Disease. Pharmaceutics. 2021 Feb 3;13(2):207. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33546193/
Dr. Carmelo Chines
Director responsable