La presbicia es una perturbación fisiológica de la vista, caracterizada por la pérdida gradual de la acomodación (enfoque) del ojo, que afecta a todos los individuos después de los 40 años de edad. Cuando una persona se convierte en présbita, el enfoque y la visión de los objetos colocados cerca se hace difícil, de hecho, uno tiende a alejar su Smartphone y otros materiales de lectura para verlos más claramente.
Sin embargo, esto es sólo una solución temporal que, entre otras cosas, provoca fatiga ocular y dolores de cabeza.
A nivel mundial, en 2011 se estimaron 1.300 millones de présbitas, que se convertirán en 2.100 millones en 2020, según las tendencias actuales; en Italia la presbicia afecta a unos 28 millones de personas.
A pesar de los considerables progresos científicos, tanto en la investigación como en la realización de instrumentos de diagnóstico cada vez más innovadores, aún no se ha aclarado el papel específico de cada factor ocular (endurecimiento del cristalino, cambios en la elasticidad de la cápsula del cristalino, tamaño del cristalino natural, geometría de las fibras zonulares y contracción del músculo ciliar) en la pérdida del poder de acomodación del ojo y la aparición de la presbicia.
Tratamiento no quirúrgico
Las gafas con lentes progresivas son la solución más común para la presbicia. Las lentes multifocales sin líneas, restauran la visión clara de cerca y ofrecen una buena visión a todas las distancias, independientemente de los errores de refracción presentes además de la presbicia. Otra opción son las gafas con lentes bifocales, ahora mucho menos populares debido a la visión limitada que pueden proporcionar y a la línea bifocal claramente visible. También es común en los présbitas mostrar una mayor sensibilidad a la luz y a los destellos, por lo que las lentes fotocromáticas, que se oscurecen automáticamente con la luz del sol, disponibles como lentes progresivas y bifocales, son una buena opción. Otra posible opción son las gafas de lectura: estas, a diferencia de las lentes bifocales y progresivas que muchos usan todo el día, se usan para ver más claramente los objetos cercanos sólo cuando sea necesario. Las lentes de contacto monofocales, bifocales o multifocales también pueden proporcionar una visión satisfactoria a los présbitas, aunque no puedan restaurar o reemplazar el poder de acomodación del ojo.
Tratamiento quirúrgico
Si no quiere usar gafas o lentes de contacto, hay muchas opciones quirúrgicas y paraquirúrgicas disponibles hoy en día. En las últimas décadas, de hecho, se han desarrollado numerosas técnicas para eliminar la adicción a las gafas y restablecer una verdadera capacidad de acomodación del ojo.
La cirugía refractiva láser puede corregir los defectos visuales más comunes. Con la luz láser el cirujano ocular puede cambiar la forma de la córnea (la membrana transparente del ojo delante del iris) mejorando el enfoque. Las técnicas en este caso son diferentes: la menos reciente llamada monovisión utiliza el láser excímer y corrige el ojo dominante para la visión lejana y el ojo no dominante para la visión cercana. Más recientemente, se ha desarrollado un tipo de láser muy avanzado tecnológicamente, el femtoláser, que moldea la córnea creando diferentes focos (multifocales) tanto para la visión lejana como para la cercana. La cirugía refractiva con láser presenta algunos riesgos, entre ellos: la posibilidad de afectar a zonas que no deberían haber sido tratadas (descentralización), infecciones, problemas de reconstitución de la superficie corneal, regresión de la corrección realizada y formación de opacidad en la córnea.
Una nueva frontera en la corrección de la presbicia es el reemplazo de la lente natural (cristalino) por una lente intraocular artificial (IOL) durante la cirugía de catarata.
Las IOLs pueden ser monofocales (visión única alterna), multifocales (varios focos): lejos, cerca, intermedio) y el más innovador EDOF (Extended Depth Of Focus), diseñado para lograr una visión continua a todas las distancias. La implantación de lentes intraoculares representa una excelente estrategia para la resolución definitiva de los trastornos no sólo de la presbicia sino también de la catarata, además, permite corregir incluso defectos visuales elevados que no pueden ser tratados con el láser. Sin embargo, se necesita una evaluación física y psicológica minuciosa y personalizada de los pacientes para identificar quienes pueden beneficiarse realmente de este enfoque.
Fuente
Current Management of Presbyopia. P.A. Papadopoulos and A.P. Papadopoulos. MEAJO, 21: 10-17, 2014.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable