La cirugía de cataratas es el procedimiento médico quirúrgico más común, realizado en la Unión Europea en aproximadamente 5 millones de personas cada año.
Aunque ahora es un procedimiento rápido y seguro, después de la cirugía puede ocurrir un grado variable de inflamación postquirúrgica. Si bien esta inflamación es, en la mayoría de los casos, autolimitada, el uso de agentes antiinflamatorios puede resolverla rápidamente y prevenir complicaciones graves derivadas de una inflamación mal controlada (como el edema macular cistoide).
En consecuencia, el uso de corticoides tópicos y/o antiinflamatorios no esteroideos sigue siendo el pilar del manejo posquirúrgico de estos pacientes.
Complicaciones más comunes en la cirugía de cataratas
Además de la inflamación ocular, la endoftalmitis es la complicación más importante de la cirugía de cataratas. Su gravedad depende de la virulencia y de la cantidad de patógenos que la provoquen. En particular, los estafilococos coagulasa negativos y S. aureus son los patógenos más comúnmente aislados en esta infección.
Además, en la última década, una gran preocupación ha estado relacionada con la alta prevalencia de infecciones por S. aureus resistente a la meticilina (MRSA) y estafilococos coagulasa negativos resistentes (MRCoNS). Por esta razón, actualmente, la antisepsia preoperatoria del área periocular con povidona yodada tópica y cefuroxima intracameral se implementa generalmente como estándar para la profilaxis de la endoftalmitis. Sin embargo, la cefuroxima no es eficaz contra las cepas resistentes a la meticilina.
Eficacia y seguridad de la combinación netilmicina/dexametasona en el control de la inflamación ocular tras cirugía de catarata
En la práctica clínica, se suele utilizar el uso de antibióticos tópicos, tanto en el pre como en el postoperatorio, para esterilizar la superficie ocular y evitar el acceso de microorganismos al interior del ojo. Los antibióticos tópicos se pueden administrar solos o en combinación con medicamentos corticosteroides.
Las combinaciones fijas de esteroides y antibióticos tienen varias ventajas sobre el uso de componentes individuales, como un mejor cumplimiento, menores costos y reducción del posible efecto de lavado. Por lo tanto, la elección entre las diferentes opciones disponibles depende sobre todo de la susceptibilidad bacteriana al antibiótico y de la eficacia del esteroide incluido en la formulación.
Una de las combinaciones disponibles para controlar la inflamación y la infección después de la cirugía de cataratas es la netilmicina/dexametasona.
El uso de la dexametasona tras la cirugía de cataratas está ahora consolidado y el valor añadido de esta combinación reside precisamente en la presencia de la netilmicina, un antibiótico de amplio espectro también eficaz frente a cepas resistentes a la meticilina, que garantiza la esterilización completa de la superficie ocular en el postoperatorio inmediato con una toxicidad insignificante.
De hecho, dado que las infecciones postquirúrgicas se deben a microorganismos residentes en la superficie ocular, principalmente estafilococos coagulasa negativos (en particular S. epidermidis) y S. aureus, es fundamental el uso de antibióticos de alta eficacia sobre estos gérmenes que, de no ser erradicados, pueden entrar en el ojo e iniciar la infección.
Por esta razón, el tratamiento con antibióticos, si se utiliza, debe comenzar el mismo día de la cirugía. Se ha demostrado que la netilmicina esteriliza los márgenes de los párpados y la conjuntiva cuando se administra antes de la cirugía de cataratas.
Además, se ha demostrado que la flora bacteriana de la superficie ocular aislada de pacientes operados de cataratas es muy susceptible a la netilmicina y mucho menos a otros antibióticos.
Es importante destacar que, independientemente de su origen, los aislamientos de S. aureus y estafilococos coagulasa negativos se caracterizan con frecuencia por resistencia a la meticilina y multirresistencia a diferentes clases de antibióticos, un problema que es aún más común en pacientes mayores, como los operados de cataratas.
Por otro lado, la netilmicina es eficaz frente a S. aureus resistente a la meticilina (MRSA), estafilococos coagulasa negativos resistentes a la meticilina (MRCoNS) y estafilococos coagulasa negativos. Estos organismos muestran una alta resistencia a las fluoroquinolonas, por lo que estas no deben representar la opción principal para el control de infecciones después de la cirugía de cataratas.