Síndrome de Sjögren y fatiga ocular

La fatiga es un problema grave experimentado por alrededor del 70% de los pacientes con SSp y, en ocasiones, puede volverse incapacitante y tener un gran impacto en la calidad de vida.

Varios estudios han demostrado altos niveles de fatiga en pacientes con SSp, sobre todo, físicamente. De hecho, el cansancio físico parece afectar al 96% de los pacientes, mientras que el mental ronda el 48%. Pero, ¿cuál es el impacto del cansancio en los ojos de los pacientes con síndrome de Sjögren?

 

Un estudio reciente analizó los componentes físicos y mentales de la fatiga relacionada con el síndrome de Sjögren, centrándose también en la fatiga ocular que, en esta patología, puede verse exacerbada por la presencia de síntomas que afectan a los ojos, entre ellos, irritación, sequedad y dolor ocular. De hecho, la fatiga ocular puede tener algún impacto en la vida diaria, afectando las actividades cotidianas y también a la calidad del sueño nocturno.

Los participantes describieron que la experiencia de fatiga física y mental puede llevar a la necesidad de dormir por largos períodos de tiempo. Por el contrario, algunos pacientes experimentan trastornos del sueño debido a una irritación ocular grave.

Muchos de los pacientes con síndrome de Sjögren incluyeron en el estudio asociado con el ojo seco una variedad de otros síntomas que afectan los ojos, que incluyen:

  • Cansancio y fatiga ocular
  • Visión borrosa
  • Sensación de granulosidad
  • Dolor
  • Picor
  • Dificultad para mantener los ojos abiertos

La fatiga ocular en casos severos puede impedirte realizar cualquier actividad diaria. Por ejemplo, en algunos casos, los pacientes no podían realizar de forma independiente actividades simples como leer por la noche, escribir, mirar televisión, usar la computadora o conducir.

Según lo informado por los pacientes, la fatiga ocular se relacionó con la fatiga física y la sensación de agotamiento al final del día, lo cual causa que los pacientes necesiten dormir o, por el contrario, tengan dificultad para conciliar el sueño.

Además, en ocasiones, la fatiga ocular parecía estar relacionada con la presencia de otros síntomas oculares nocturnos, que incluían dolor y sensación de granulosidad. La aparición de estos síntomas durante la noche conducía a menudo a la necesidad de levantarse regularmente durante la noche para aplicar colirios calmantes o lágrimas artificiales, ya sea para tratar las molestias inmediatas o para evitar que empeoraran a la mañana siguiente y perturbaran el sueño.

Finalmente, no se deben subestimar los datos relativos a la cantidad de pacientes analizados en el estudio que asociaron la fatiga con un cierto impacto emocional y psicológico y la aparición de síntomas de ansiedad y depresión.

En conclusión, este nuevo estudio destacó la naturaleza compleja de la fatiga que experimentan los pacientes con SSp, que afecta tanto a nivel físico, especialmente ocular, como emocional.