Un correcto diagnóstico diferencial es fundamental para orientar al paciente con conjuntivitis viral hacia el tratamiento más adecuado para no correr el riesgo de un uso incorrecto de antibióticos.
La conjuntivitis es una inflamación muy común de la conjuntiva que puede afectar a personas de todas las edades. Su origen puede ser viral, alérgico o bacteriano. Entre estos, la conjuntivitis viral es la más común, representando hasta el 75% de los casos. Los síntomas de la conjuntivitis viral incluyen enrojecimiento, congestión de los vasos sanguíneos, secreción ocular, dolor, fotofobia y pseudomembranas.
La prescripción y el mal uso de antibióticos para la conjuntivitis viral es uno de los principales costos de cualquier sistema de salud. Actualmente se están realizando ensayos clínicos para evaluar tratamientos específicos para la conjuntivitis viral.
Debido a la inespecificidad de signos y síntomas de este tipo de conjuntivitis, se requiere una historia completa con examen clínico, especialmente en pacientes con signos atípicos y curso crónico.
Etiología de la conjuntivitis viral
La conjuntivitis viral puede ser causada por adenovirus, por virus del herpes y, como se ha visto recientemente, por coronavirus como el SARS-CoV-2.
- Los adenovirus son virus de ADN de doble cadena sin envoltura de la familia Adenoviridae. Las infecciones frecuentemente asociadas con los adenovirus incluyen infecciones del tracto respiratorio superior y de los ojos, y diarrea en los niños. La conjuntivitis viral puede transmitirse por contacto directo con el virus, por vía aérea o por contacto con lugares que actúan como reservorios, como las piscinas.
- La conjuntivitis por herpes es común en adultos y niños y se asocia con conjuntivitis folicular. Se estima que el virus del herpes simple (VHS) es responsable del 1,3-4,8% de los casos de conjuntivitis aguda. El virus de la varicela-zóster también puede causar conjuntivitis, por contacto directo con los ojos o lesiones en la piel o inhalación de partículas infectadas en aerosol, especialmente con la afectación de la primera y segunda ramas del nervio trigémino.
- El picornavirus EV70 y la variante coxsackievirus A24 (CA24v) son, por otro lado, los patógenos responsables de la conjuntivitis hemorrágica aguda (CHA), una forma de conjuntivitis viral altamente contagiosa cuyos síntomas incluyen sensación de cuerpo extraño en el ojo, epífora, edema palpebral, quemosis conjuntival y hemorragia subconjuntival.
- Finalmente, se ha informado que la cepa de coronavirus SARS-CoV-2 recientemente aislada también puede causar conjuntivitis. Los estudios retrospectivos y prospectivos muestran que del 1 % al 6 % de los pacientes muestran conjuntivitis relacionada con la COVID-19, con frotis conjuntivales positivos en el 2,5 % de los casos.
Tratamiento y manejo de la conjuntivitis viral
El tratamiento de la conjuntivitis viral está dirigido al alivio sintomático y no a la erradicación de la infección, que suele ser autolimitada. La resolución de la conjuntivitis puede tardar hasta 3 semanas y el tratamiento incluye el uso de lágrimas artificiales para lubricar el ojo. Las compresas frías con un paño húmedo alrededor del área de los ojos también pueden proporcionar alivio sintomático.
El uso de povidona yodada, un desinfectante no específico, es un nuevo tratamiento prometedor para la conjuntivitis adenoviral. Es un antiséptico económico y ampliamente disponible que se utiliza como parte de la preparación aséptica para la cirugía ocular. Es capaz de matar organismos extracelulares, pero no tiene efecto intracelular. Además, no induce farmacorresistencia porque su mecanismo de acción no es inmunológicamente dependiente.
El tratamiento con gotas antibióticas no es útil para la conjuntivitis viral y, de hecho, puede aumentar potencialmente la resistencia bacteriana y la formación de pseudomembranas, que luego deben eliminarse para reducir la incomodidad y la cicatrización.
Prevención y educación del paciente
Además del tratamiento, es necesario evitar que la infección se propague al otro ojo o a otras personas, por lo que se debe educar al paciente para que practique una buena higiene de manos con lavado frecuente, evitando compartir toallas o sábanas y evitando tocarse los ojos.
Como se ha visto, la gran mayoría de las conjuntivitis virales son causadas por adenovirus y el lavado frecuente de manos, la desinfección y el aislamiento de los pacientes con conjuntivitis pueden reducir la transmisión en la comunidad.
Las secuelas a largo plazo son raras, sin embargo, la conjuntivitis viral crónica puede conducir a una mala calidad de vida. Se tarda de una a cuatro semanas en recuperarse en la mayoría de los casos sin tratamiento. Las complicaciones son poco frecuentes, pero pueden incluir ulceración corneal y queratitis puntiforme.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable