Los efectos del humo de cigarrillo en la superficie ocular

El humo del tabaco es la principal causa  de enfermedades prevenibles como cáncer, ictus y cardiopatía isquémica. El humo, además, se asocia a trastornos oftalmológicos como: degeneración ocular relacionada con la edad, ojo seco, catarata, oclusión venosa retiniana, neuropatía óptica isquémica anterior, glaucoma primario de ángulo abierto y oftalmopatía de Graves.

Un cigarrillo contiene más de 4.000 sustancias activas, la mayoría de las cuales tienen efectos dañinos en los sistemas pulmonar, cardiovascular y neurovascular. De hecho, el humo del tabaco es la principal fuente de absorción de nicotina, metales pesados, elementos tóxicos y monóxido de carbono, que pueden inducir al vasoespasmo y a la agregación plaquetaria lo que provocaría un daño oxidativo en el ADN celular, lípidos y proteínas.

Fumar aumenta los radicales libres del oxígeno en el humor acuoso y disminuye el nivel de ácido ascórbico (importante antioxidante), tiene fuertes efectos en los ojos y puede causar inestabilidad en la película lagrimal, lo que produce síntomas de sequedad ocular (sensación de cuerpo extraño, ardor, granulosidad y lagrimeo).

El estudio Beaver Dam ha demostrado que fumadores activos o incluso los exfumadores, respecto a los no fumadores, padecían trastornos de la superficie ocular, así como síntomas relacionados de una manera mucho más frecuente.

Un estudio reciente, publicado en Graefe’s Archive for clinical and Experimental Ophthalmology, ha investigado sobre los cambios corneales micro estructurales relacionados con el humo, considerando al mismo tiempo los efectos en la superficie ocular y en las glándulas de Meibomio. Este estudio transversal se realizó en 50 ojos de 50 fumadores crónicos y en 50 ojos de sujetos sanos no fumadores; los dos grupos eran similares en edad y sexo.

En el grupo de fumadores crónicos, respecto a los sujetos no fumadores, la densidad de las células epiteliales basales, los queratocitos anteriores y posteriores, la densidad de las células endoteliales y las glándulas de Meibomio y el número de nervios sub-basales era menor.

Así mismo, la puntuación de la tinción con verde de lisamina (para evaluar la disfunción lagrimal) y el índice de enfermedad de la superficie del ojo era mayor respecto al grupo de control.

Los resultados de este estudio demuestran que el humo tiene efectos dañinos en todos los parámetros asociados a las condiciones de salud de la superficie ocular y de las glándulas de Meibomio, independientemente del nivel de adicción a la nicotina y del tiempo que se ha estado fumando.

Por lo tanto, sería apropiado informar a los sujetos con síntomas de ojo seco que el humo del tabaco representa uno de los factores de riesgo más importantes para la aparición de enfermedades que afectan la superficie ocular.

Fuente bibliográfica

Abdullah A. et al. Ocular Surface, Meibomian Gland Alterations, and In Vivo Confocal Microscopy Characteristics of Corneas in Chronic Cigarette Smokers. Graefe’s Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology. 2019 Dec.

Dr. Carmelo Chines
Director responsable